Cuidar a los más pequeños debería ser una tarea sencilla, ayudemos a que lleguen a la edad adulta de la mejor manera. Realiza su revisión podológica al menos una vez al año, iniciando entre los 4 ó 5 años, un correcto y temprano diagnóstico ayudará a detectar y corregir padecimientos que muchas veces pueden ser de factores hereditarios.
Estos padecimientos acarrean problemas y dolores en todo el cuerpo, se pueden tratar a todas las edades y corregirse con sencillos tratamientos. Cuando nacemos nuestros huesos aún son muy pequeños y por esto el pie aún no tiene una forma definida, poco a poco los huesos crecen a su tamaño correcto y se fortalecen, dando paso a la formación natural de los arcos, esto ocurre antes de los 5 años. A partir de este momento es importante dar seguimiento a la pisada y a la marcha del menor para evitar deformaciones y enfermedades futuras. Además la correcta higiene y corte de uñas complementarán su beneficioso estado de salud.
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